viernes, 23 de diciembre de 2022

Lista de la compra (o muchos pensamientos reunidos)

 22/12/2022

A partir de aquí todo lo que creía conocer de mi vida es desconocido.

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Cosas que siento: anomia y extrañamiento.

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Esta ciudad es bella, pero en una belleza que miro desde fuera, desde lo ajeno.

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Me gusta pasear ante la posibilidad de que yo he elegido mi soledad, no solo hoy, sino a muchos plazos.

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Todo el mundo me mira diciendo que tengo cara de corderito degollado. Lo que quizá no sepan es que estoy confundida porque no sé qué emoción estoy sintiendo en ese momento, no sé si estoy triste o enfadada y me agobio mientras intento saberlo. Antes pensab que era normal tener una cara que no se correspondía con lo que estaba sintiendo o que no reflejaba ningún sentimiento en concreto. La frustración de no entender, de sentir cosas, de explotar, de tener muchos estímulos me hace sentir muy mal, como un vaso que se llena hasta rebosar.

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En algún momento de mi vida voy a devenir escritora.

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Lo más importante en tu vida es ser persistente.

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Hoy me siento luterana.

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Estaba simplemente flotando en un mar de sensaciones químicas.

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Sobre una baldosa bailarina me invade una sensación de nostalgia de una vida sencilla, que se exprese como una sola cosa, una raíz única de los orígenes de mi vida. Eso no va a suceder jamás, así que solo puedo regodearme en mi yo de ahora.

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- Abuela, tienes que hacer yoga

- ¿Yoga? Yoga en el cuello, con una soga

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Superb de superbién.

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Cosas que lleva la gente de equipaje en el autobús Toledo-Cuenca:

- Sillas de plástico de terraza de bar

- Una cesta de mimbre para coger setas

- Dos hulahoops de colores

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¿Cuál es mi historia? La idea de estar en un espacio ajeno que es propio.

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Huye hacia delante, hostia. 



martes, 8 de noviembre de 2022

Inés de hueso (vol. 1)

Me he dicho muchas veces esta semana sobre lo que necesito escribir, necesito escribir sobre algo que conozco y lo que conozco es la ansiedad. La ansiedad me lleva en primer lugar a abrir este cuaderno, me lleva a notar el ardor en la piel y en la cabeza tras rascarme, la ansiedad me da calor, me crea compulsiones, deseos involuntarios, asomarme a un abismo, perder el control, como si mi mayor deseo fuera tener todo controlado, como si el control se pudiera encontrar o alcanzar alguna vez.

El control son botones y palancas, mecanismos a veces complicados.

Tengo pelos en la ropa de rascarme la cabeza, caspa, grasa del pelo, tengo pelo de pestañas que me he arrancado sin querer.

Anoche me agarré la cabeza entre las sábanas y respiré despacio para evitar las imágenes de insectos, en todos lados. A veces los siento en todas partes. En la piel y me rasco, no lo puedo evitar.

Ante lo inevitable de la obsesión me levanto del sofá y me sacudo la ropa.

Me obsesiona existir. Me rasco en las orejas, me rasco en las heridas, en las costras, los granos de detrás de las orejas y de la espalda. 

Cuando me miro al espejo solo pienso en decirle a mi madre que me he vuelto a rascar la cabeza otra vez. Ya no puedo teñirme el pelo y eso no es culpa de la peluquera, que me echó un decolorante en la cabeza llena de heridas, que me escocía, como ahora, mucho más, me dolía la cabeza, pensaba que si no lo quitaba me desmayaría del dolor.

A veces pienso que sufro demasiado en silencio, como una monja de clausura. Como si deseara solamente hablar con Dios.

He hecho una base de datos de libros que quiero leer, compulsivamente los apunto. No sé si los leeré. Pero quiero hacerlo.

Cuántos años tengo. ¿Voy a escribir una novela? Pienso en el acto de escribir como un distanciamiento entre el yo y lo que sucede en el texto. Como un tratar de tomar distancia de lo físico y del pensamiento. Me parece bonito poder hacerlo. Poder abrir un cuaderno y escribir en cualquier momento mi vida es eso ya, son libros pero ante todo son cuadernos en los que guardo mi distancia de las cosas. Creo que nace desde la ausencia de la vida.

No estoy preparada para vivir. Eso lo dice la protagonista de "Nada" de Carmen Laforet. Me enfadé porque pensaba que era un pensamiento infantil, pero no lo es. Tampoco lo hace menos real. Algunos seres humanos observamos la vida.

Desear vivir está bien, pero no es una vida, la vivida, a la que todo el mundo pueda acceder. Hace tiempo que estoy tan alejada de mi propia realidad que mi única forma de sentir que algo ha pasado es lo que he escrito o que sencillamente he escrito sobre ello.

Me imagino que eso es lo valioso. También me gustaría valorar más todo ese texto, pero no es fácil sentarse y analizar, solamente ganan quienes terminan de escribir.

Solo acabo de empezar. Sin embargo, siento que he dicho mucho sobre mí en estas pocas líneas. La mejor sensación es la de meter la piel en el agua. La piel descansa y parece que tiempo al tiempo podrá volver a nacer, aunque nazca con heridas.



domingo, 23 de octubre de 2022

Como decir: Julieta Venegas

 No me gusto a mí misma cuando tengo ansiedad 

empiezo a perder el control 

me compro una entrada de un concierto

me imagino conversaciones que nunca sucederán y pienso respuestas para todas las posibles preguntas personales que me hagan y compruebo una y otra vez que lo he hecho todo bien y que estoy segura.

como que me descontrolo y quiero descontrolarme al mismo tiempo. y no descanso.

hace 3 horas no sé qué estaba haciendo. pero en estas 3 horas he hecho demasiadas cosas. tengo la mente revuelta. por eso cuando estoy mal intento no mirar mis redes. cuando estoy bien bien, tampoco. eso se confunde. lo sé. pero son los estímulos, las imágenes. me atormentan. necesito un poco de calma.

 cómo se va a cansar mi mano si no paro de escribir. cómo va a cansarse mi mano si lo único que hago es escribir. cansarse, mano, trabajar, escribir. qué quiero, la tranquilidad. temo a unos mosquitos de patas largas. a todos, por igual. estoy cansada, no puedo vigilar mi mente toda la noche. necesito sentar la cabeza. todo tiene que ver con metáforas de la mente y el cuerpo. luchando por permanecer en el mismo lugar. 

odio juzgar, me juzgo a mí misma en los demás. lo hago todo el tiempo.

me he equivocado, admito mi error. c. me ha dicho que soy buena reportera. pero c. no sabe que no quiero ser reportera, sino escritora, escribidora. 

me da igual de qué hablar. sobre el color azul. o el dolor de espalda. tan solo quiero ver mi mano corriendo por el cuaderno sin pensar demasiado, mi mano conectada a mi mente con un HDMI. suelta palabras y a veces tienen sentido y otras veces no. como decir: julieta venegas. 

pero creo que julieta venegas lo sabe. sabe que escribir sin leer es algo improbable. posible. pero no perdura. la gente no lee. sí. no escucha. eso sí. pero leer, todo el tiempo. yo lo hago todo el tiempo. amo imaginar otras vidas. me hace preguntarme cosas. y no tengo respuestas, pero al menos me hago preguntas. mi cabeza se queda como el salvapantallas del DVD, y el logo choca contra los lados del televisor, cambiando de color.

no me quiero confesar, señor cura. no, no. por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. por eso ruego santa maría siempre virgen, a los ángeles, a los santos y a vosotros hermanos, que intercedáis por mí ante dios vuestro señor. amén.

misticismo del siglo XIX. circos. mujeres sentadas en una luna. me he olvidado el salvapantallas místico. 

ficción. señor nuestro, ruega por nosotros, toda una vida... 

tengo la mente sobrecargada. hoy he aprendido a centrifugar y estoy centrifugando. ahora que conozco el botón y las palabras se deslizzan por el boli. desssliz. sabéis. c. me ha recomendado una película coreana de terror.

indudablemente, nadie puede escapar a su estilo de escritura. recuerdo que la primera vez que escribí en automático, pensaba en una película de indiana jones. iba a contar la escena de las gaviotas y el padre de indi... 

he comprobado mi movida del OCS, no lo tengo, pero para que nos entendamos, necesitaba comprobar si he prendido en llamas mi casa apagando mal algo. pero no. está todo bien.



 

jueves, 13 de octubre de 2022

13/10/2022

hoy me siento triste. pero eso no hace que reflexione menos sobre algunas cosas de mi proceso creativo, sobre mis valores, sobre mi identidad, sobre mi estar en el mundo.

me siento incómoda cuando no hay un cambio. estoy dispuesta a aceptar la tranquilidad, pero no sé si a cualquier precio. a veces me siento muy sola en ese proceso, así que trato de verme en el espejo y confiar, y decírmelo por escrito, como una promesa de que de alguna forma se puede solucionar, que no es el fin del mundo y sobre todo que no estoy atrapada en mis circunstancias. 

quizá sea lo que más me cuesta recordarme, por eso me veo en la obligación de escribirlo, las situaciones en las que estás no son así para siempre, no estás condenado a estar donde estás, siempre puedes hacer algo, aunque no puedas cambiar las situaciones, para al menos, tratar de cambiar cómo te sientes al respecto. 

esto que suena a libro de autoayuda es algo que necesito tener en cuenta, porque a veces tengo la costumbre de olvidar mi autonomía, de mi identidad individual, de que mi valor como persona no lo determina lo que haga en mi día a día. a veces tengo que darle vueltas a esta idea una y otra y otra vez, porque parece una tontería, pero cuando has estado deprimido tienes la necesidad de reasegurar el terreno de salud mental que has ganado con los años de vez en cuando, recordarte que está todo bien.

así que decirme a mí misma que cada cosa es un proceso y que se pueden defender los valores personales sin comprometer toda tu vida con una gran rigidez, son las palabras que necesito hoy para sentirme en armonía con el mundo, ya que a veces pierdo un poco el rumbo y me enzarzo en pensamientos obsesivos de culpa. he descubierto que el miedo paralizante no resuelve nada y por eso quiero decirme que puedo hacer las cosas a mi manera y no por ello equivocarme conmigo misma.

supongo que no le debo mi arte a nadie. pero está bien asegurarse, asegurarme, de que sigo siendo parte de este mundo de todas las maneras posibles.



sábado, 17 de septiembre de 2022

17/09/2022

 mi vida es un acto de creación

ya que no puedo dejar de mirar de reojo el entorno sin chinarme

necesito crear, amor, emociones, arte, espacio, ideas, imágenes

cuando deje de poder crear pasaré a otro momento en el que seré sencillamente observadora y vividora

pero aún no ha llegado el momento de vivir

estoy en el momento de crear

 



lunes, 1 de agosto de 2022

Oliver

 Suponía que esto sucedería en algún momento. No voy a fingir sorpresa, pensando que cada vez que hablaba contigo, aunque fuera de forma esporádica, estos últimos años, te recuerdo sin ganas de vivir. No fuimos íntimos amigos como para que mis ánimos sirvieran de algo y yo sabía que desde mi perspectiva no podía ayudarte. Aun así, aunque te he conocido siempre sufriendo, eso no quita la sensación de la ausencia que dejas. Eso que ni siquiera nos llegamos a conocer nunca en persona, pero de alguna forma siento que te debo algo, aunque sea pequeño, aunque sea tarde, aunque me haya enterado un año después. De nuevo, tampoco tengo la sensación de que sea una sorpresa. Pero tenía la esperanza de que las cosas te fueran de otra manera, la esperanza de que las cosas te fueran bien, al menos una vez en la vida, la esperanza de que siguieras viviendo. Es muy raro ver a una persona de tu edad, ver que persigue un sueño, ver que pelea mucho más que tú por su propia vida y que es incapaz de conseguirlo. En cierto sentido tengo la impresión de que necesitabas descansar y que de todas maneras, sentías que ya estaba escrito. No puedo decir que me sorprenda. Solo recuerdo sufrimiento en ti y no creo que una persona tan joven pueda vivir la vida dignamente, de esa manera. Sin embargo, tenía esperanza de que fuera de otra manera. Siento mucho no haber acertado. Espero que si estás en algún sitio, si ese sitio existe, estés bien, en paz contigo mismo. Espero que si existe otro lugar, puedas montar en bicicleta.



jueves, 14 de julio de 2022

 es hermoso pensar en la posibilidad de descansar sobre una imagen

un momento en el que no es necesaria la reflexión, la literatura, el análisis, el juicio

simplemente uno vive en ella, uno se tranquiliza pensando en lo bello que es ese momento de estar en el mundo, y la vida sigue, fluyendo, de una manera hermosa ante nuestros ojos mientras nosotros paseamos por ese carrusel imposible.

jueves, 2 de junio de 2022

qué es el deseo (preguntas)

 ¿es una herramienta para poseer?

es tangible

físico

es una corriente eléctrica

¿es cuantificable?

¿se puede dejar de desear?

¿no es como una ola que te arrastra por encima hasta que te hace chocar contra las rocas

y no es la razón, una escoba que barre todo eso bajo la alfombra

que intenta explicar algo que no aspira a tener sentido?

cómo derribar ese gran muro de la razón por miedo 

a que el deseo arramble con todo

por qué cohiben a sus mujeres para que no deseen

quienes ya lo han conocido todo

por qué privar del deseo a quien no lo ha conocido nunca

por qué mi cuerpo quiere desear

y mi cabeza quiere parar

cuál es el miedo que entraña ese sentimiento físico

por qué parece que en el extrañamiento no es posible desear

en la falta y en el vacío, el deseo solamente rellena un hueco

el deseo es una gran corriente de aire que agita el pelo. 



 


sábado, 21 de mayo de 2022

quién soy yo para

quizá mi obsesión más grande en la vida sea encontrar otros cauces, otras formas.

detesto la palabra alternativo, pero en la RAE es "que difiere de los modelos oficiales comúnmente aceptados"  y aparentemente, esta elección supone también la aceptación de todas esas cosas, estoy de acuerdo.

hace años que acepté esa condición. si no, no estaría escribiendo aquí, después de todo.

el hecho es que a veces me pregunto, si no habría sido más sencillo hacerlo fácil.

a la forma convencional.

haber lanzado piedras contra el mismo tejado. esperando alguna vez, que el mismo sitio sintiera que yo estaba ahí, con un interés específico en ese momento.

en su lugar, he decidido llamar a todas las puertas a la vez. nunca tengo la sensación de que se abra ninguna.

no es una derrota. es una observación.

me gustan las líneas tangentes. si tuviera que escoger una por la que caminar. 

pero no me gusta compararme con nadie que también camine por ellas. no me gusta compararme con nadie que camine por las líneas. creo que cada persona elige por qué cuerda camina.

sin embargo, a veces tengo ese deseo de unirme a todo lo que he renunciado, aunque sea por un momento, para preguntarme si habría sido mi vida de otra manera, si habría, en fin, funcionado, mi forma de hacer las cosas, enfocada a una sola puerta.

no es que el tiempo se haya agotado. es más bien, un temor, una pregunta sobre mi falta de ambición, una pregunta de dirección, una llamada de atención hacia mí misma, porque necesito aceptar que he de escoger.

también es una disculpa por no ser capaz de aceptar del todo mis decisiones. a veces me gustaría escoger y decir, ah, ya, ya he escogido. qué mas da lo que pase. hablar, ponerme en pie, si lo necesito. 

arriesgarme, que el mundo me vea. 

que hablen, que hablen, y no escuchar nada. solamente pensar, lo he hecho.

quién soy yo para hablar, escoger, elegir, comentar, juzgar, de todas maneras. yo he elegido otras formas de hacer mi vida. 


 

jueves, 28 de abril de 2022

serotonina

 que por qué me gusta la literatura

por qué es lo único que le da sentido a mi vida algunos ratos

sábado, 23 de abril de 2022

Escuchar Norwegian Wood con unos cascos de la Renfe

Los cascos de la Renfe huelen a tren. Han estado guardados durante años esperando en algún momento, salir de ahí. Y los he sacado para escuchar Norwegian Wood, a la espera de unos cascos que me he dejado en otro lugar. 

Si uno cierra los ojos con la suficiente fuerza, puede imaginar que los cascos están clavados en la radio del tren, que pasa su hilo musical en lugar de una canción de Los Beatles. El sonido lejano de la música mezclado con el ventilador, que intenta sacarme del calor, me da la sensación de una banda sonora, en la que la música no va a estar nunca lo suficientemente alta.

Haruki Murakami tiene una relación estrecha con los trenes. Desde Underground, libro de no ficción que dedicó a entrevistas de supervivientes del accidente de gas sarín en el metro de Tokio, pasando por su chico-sin-color-ingeniero-ferroviario a la constante presencia de viajes en tren en todas sus novelas. ¿Serán los trenes algo común en la idiosincrasia de los escritores de Tokio? No recuerdo que nunca han sido especialmente importantes en otros autores, salvo para transportar a sus personajes de un lugar a otro. En los libros de Murakami, los trenes desplazan las historias. Tiene la capacidad absorbente y muy americana de fetichizar cotidianidades, sin que eso le haga parecer especialmente frívolo. Pienso. 
 
El caso es que Tokio Blues tiene cumplido el objetivo perfecto de lectura veraniega. Entre el tránsito del sueño caluroso en el que no se duerme y se sueña mucho y la ligereza de un libro que quiere leerse en un par de días. Esta novela transporta a un bosque veraniego en Kioto, en el que un sanatorio convierte las conversaciones en charlas en voz baja y momentos de lectura para La Montana Mágica de Thomas Mann. Pero también a una residencia de estudiantes con postales de puentes, glaciares y un personaje llamado Tropa-De-Asalto que hace gimnasia frente a una bandera izada y regala luciérnagas. También a la azotea de una biblioteca familiar desde la que se ve un incendio, o a esa tienda de udon detrás de la estación de tren en la que se come el mejor udon de Tokio. Genera esa inquietud de querer entender a las personas que más queremos. 
 
Es difícil, pero más aún lo es si nosotros no nos abrimos a que nos comprendan. Es la historia de aprendizaje de la vulnerabilidad y la responsabilidad. La necesidad de sentir dolor por nuestras decisiones, o lo que es lo mismo, tomar responsabilidad de lo que hacemos, en lo que flota el protagonista de la novela. 
 
Cerrarla es como quedarse dormido en un avión, como el protagonista al principio de la novela. Leerla, como el sueño en el vagón silencioso que hice en tren, con mis cascos de la Renfe mientras sonaba Norwegian Wood.



Momentos de lucidez

 La incapacidad del mundo para variar un ápice me ha decepcionado y por eso estoy deprimida.

O al menos, eso me digo yo.

Eso encubre un montón de problemas sin solucionar, principalmente, que me ha enfadado que me hayan vuelto a confundir con un hombre, que el sexo no es una cosa importante en mi vida, con lo que acceder a socializar y a relacionarme románticamente es muy difícil y que me estoy quedando sin motivos en mi vida para deprimirme y autocompadecerme.

Entonces, llegado a este punto, he pensado que tal vez podría sencillamente aceptar que me siento mal y seguir con mi vida, tratando de solucionar los problemas uno por uno, como me sugieren artículos de internet, post de instagram varios, mi psicóloga, que la última vez me dijo que la aconsejara en internet, pues es verdad que es una buena psicóloga, la recomiendo mucho.

Pero no me da la gana seguir con mi vida tal como es. Fingir que sigo adelante. Me quiero dar cabezazos una y otra vez, quiero pincharme y sangrar, llorar mucho, sentir dolor, sentir que soy una putísima mierda (adjetivo rimbombante). Resulta que aparentemente, cuando me concentro en ello, estoy aceptando que existo, estoy hablando conmigo misma, estoy dejando de ser un reflejo de un cuerpo humano.

Solamente necesito eso. Creo que mucha gente necesita solamente eso. Reconocer que al final no hay nada. Aun así, encontrar en esa tristeza una respuesta, como si dijera que, estamos todos condenados, pero que en esas barras metálicas que son nuestra mente, nuestra destrucción, nuestra vida, a veces triste, a veces no tan triste, asoma a veces algo de lucidez. Como estas líneas.




martes, 8 de febrero de 2022

3 de marzo de 2020

TEngo ansiedad otra vez
me aprieta el pecho
escucho a christine
Creo que hacerlo todo bien
es hacerlo todo al revés
estoy confusa y me siento tan mal
como si hubiese vuelto a los trece
quiero explotar porque
estar feliz para mí es perderme
y perderme es lo peor que puedo hacer
perder el control ...........
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.............................................................................................................._ 





a LINE

burned emotionally
it's 15:20 and i can't handle anything
I just can being lay down this place
while my bones are soaking
i won't go outside
won't go to the doctor
won't call you because i'm not
i'm the tightrope walker
on this fake and depressing expectations
on my own views of who i am
and now i'm so fucking tired
so i'll be drowning
on this cozy moment that goes down to the death


nosequé

la ansiedad es un mecanismo de defensa
de mí hacia mí misma
la ansiedad es un concurso en el que solo participo yo
la ansiedad es un pozo gigante que es solamente un reflejo
la ansiedad es querer que todo vaya bien
cuando todo va bien
vaya cosa, entonces, la ansiedad
que no me sirve para nada sino para llorar


pajaritos mecánicos / abril 2020


La última vez que te di la mano
atardecía y te veía tan guapo
Madrid podría ser La Dolce Vita
 y es ahora un apocalipsis.

Mientras esperamos a que amaine
nos refugiamos en nuestras alas.


Pájaros a los que arrojamos

migas de pan

nuestros miedos y deseos.

Tendremos nuestra cabaña
en acantilados irlandeses

o en campanarios góticos.

Gracias por ver

lo orgánico en lo inventado.






OF BEING SANE IN INSANE PLACES

 

Tics como repetirme musicalmente algo porque me relaja

Pensar que me asfixio respirar y respirar demasiado

Y sentir que me asfixio

Oler todo demasiado fuerte

Notar todo táctilmente demasiado

Percibirme desde el exterior

Dolor de cabeza, marearme al hacer algo aunque sea pequeño

Preocuparme por ser demasiado perfectamente hacia fuera

Todo lo que hago son pequeños tics rítmicos para acallar una voz

La base de Blue Monday, New Order

Es necesario y debe repetirse

Apaga la luz, cierra la ventana, comprueba de nuevo que la casa no se va a quemar cuando te vayas

La experiencia de leer un libro sobre la ansiedad es dolorosa, ansiosa, curativa

No sentirme extraña nunca más en este cuerpo

No sentirme extraña más que en otros cuerpos

Tengo miedo de que roben mis textos, estoy pendiente de que nadie me vea

Estoy pendiente de la posición táctica que tengo en la clase

Me sudan las manos

Estoy en modo supervivencia

No hay ningún mamut